Una familia de cristianos evangélicos fueron quemados vivos dentro de su vivienda en Managua. Según vecinos, el incendio fue supuestamente provocado por policías y fuerzas «parapoliciales» que circulaban en el sector intimidando a la población y quitando barricadas.
El pastor Óscar Velásquez Pavón, su esposa Maritza López, dos adultos y dos niños, murieron brutalmente quemados. Testigos responsabilizan de este hecho a las fuerzas paramilitares que apoyan al presidente Daniel Ortega en los enfrentamientos con grupos de oposición en todo el país.
Según testigos y familiares de las víctimas, la casa se convirtió en el objetivo cuando sus dueños se negaron a prestarla para ubicar en el tercer piso de la misma a francotiradores que dispararían a los manifestantes autoconvocados que protestan contra el Gobierno.
En los últimos días, estos grupos irregulares han sembrado el terror en la capital.
La casa del pastor ardió porque tenían un negocio de colchones. Los niños fallecidos fueron: uno de 3 meses de nacido y una de 3 años, en un caso que provocó conmoción nacional e internacional.
«Ellos venían encapuchados, acompañados de policías, nos encerraron y nos quemaron vivos», dijo a BBC Mundo Ana Velásquez, miembro de la familia que logró sobrevivir a la matanza al saltar al exterior desde el segundo piso.
Velásquez y otros vecinos declararon que los atacantes portaban morteros, armas y bombas molotov.
El gobierno de Nicaragua, en cambio, responsabilizó del crimen a los grupos de personas que protestan y forman barricadas en los barrios exigiendo la salida del presidente Daniel Ortega del poder desde hace casi dos meses.
La policía informó de la creación de un equipo técnico con investigadores y peritos de criminalística para esclarecer el suceso, que conmocionó a toda Nicaragua por su crudeza.
Fuente: AcontecerCristiano.Net