Último buen rey de Israel
FUE UN REY QUE HIZO LO BUENO Y BUSCO A DIOS DESDE su NIÑEZ (2 Crónicas 34:1-3)
Josías tuvo que comenzar a reinar desde muy pequeño, a la edad de ocho años, debido al asesinato de su padre el rey Amón.
Josías era un niño que decidió hacer lo que agradaba a Dios, buscó a Dios y limpió de la idolatría su reino.
No era fácil hacer lo bueno y buscar a Dios cuando su abuelo Manases y su padre Amón fueron reyes idolatras y rebeldes que hicieron lo malo delante de Dios, pero Josías desde su infancia decidió agradar a Dios.
JOSÍAS tenía tan solo ocho años cuando llega a ser rey de las dos tribus del sur de Israel. Esa es muy poca edad para un rey. Por eso, al principio personas que son del templo le ayudan a gobernar la nación.
Cuando Josías ha sido rey por siete años, empieza a buscar a Jehová (su Dios). Sigue el ejemplo de reyes buenos como David, Josafat y Ezequías. Siendo todavía jovencito, hace una cosa valiente.
Por mucho tiempo la mayor parte de los israelitas han sido muy malos. Adoran dioses falsos. Se inclinan a ídolos. Así que Josías y sus hombres empiezan a quitar del país la adoración falsa. Este es un trabajo grande, porque mucha gente adora a dioses falsos. Josías y sus hombres rompieron los ídolos.
Después, Josías encarga a tres albañiles reparar el templo de Jehová. Se recoge dinero del pueblo y se da a estos hombres para pagar el trabajo que hacen. Mientras ellos trabajan en el templo, el sumo sacerdote Hilcías encuentra allí algo muy importante: el mismísimo libro de la ley que Jehová había hecho que Moisés escribiera mucho tiempo atrás, y que estaba perdido.
Cuando le llevan el libro a Josías, él pide que se lo lean. Al escuchar, Josías puede ver que el pueblo no ha estado guardando la ley de Jehová. Se pone muy triste, y por eso se rasga la ropa, como puedes ver. Dice: ‘Jehová está enojado con nosotros, porque nuestros padres no guardaron las leyes escritas en este libro.
Y a partir de ese momento dedica toda su vida a hacer lo bueno delante de su Dios.
Cuando Dios habla a nuestro corazón por medio de su palabra no debemos endurecer nuestro corazón (Salmo 95:6-8) debemos reconocer y arrepentirnos.
Los jóvenes pueden vivir una vida buena que agrade a Dios a pesar de su contexto familiar: Posiblemente tus padres te han dado malos ejemplos para tu vida, quizás ellos nunca han querido buscar a Dios, posiblemente en tu casa has visto de cerca los vicios, la violencia, el menosprecio hacia las cosas de Dios, pero tú al igual que Josías puedes DECIDIR VIVIR DIFERENTE a ellos, y lo puedes lograr por medio del poder de la palabra de Dios.
¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
(Salmo 119:9)
Photo: Valario Davis / Unsplash
FUENTE: LA GACETA CRISTIANA