Mujer valiente esta reflexión te hará pensar ¡Bienvenidas a nuestro espacio!
¿Podríamos afirmar que una colección de ideas erróneas distorsiona la verdad sobre cómo concebimos nuestra realidad? La respuesta es afirmativa, ya que los pensamientos “hablan tan fuerte” que comenzás a creer que lo que te dicen ellos mismos es real. Declaraciones tales como: “No sos especial; nada te distingue de las demás; la vida fue injusta con vos, no podrás superar tu presente; de esta no te levantás más” etc. crea tal impacto, que pueden socavar de manera negativa e influyente en nosotras y nuestro entorno. ¡Cuántas palabras de desánimo y qué impacto pueden conllevar! Pero tengo una afirmación aún más poderosa, para que todas aquellas, puedan ser desplazadas y no tengan más expansión en tu mente; y es esta: “Sos una mujer especial y un valioso tesoro para Dios”.
Tu persistencia, tu voluntad, tu resiliencia son la fuerza más grande que posees en tu interior. La seguridad personal que necesitas la encuentras en todo aquello que te permite perseguir una meta.
En los años que Dios me permite vivir, no conocí mujer que se haya rendido, que haya abandonado una causa propia o en la que pudiese estimular la solidaridad desde el ejemplo; alguien que no haya emprendido, tal vez sí, con temor al fracaso, propiamente; pero también con la persistencia necesaria de no rendirse hasta el final.
¡No importa cuántas veces tropieces, la fortaleza que Dios te da, te hará más fuerte, más vigorosa! Cuando quieras abandonar, presta atención al susurro de Dios y abre tu corazón, él nos lo dice en las Escrituras en el libro de Mateo 28:20: “Yo estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo”
Hoy es el día que se presenta ante tus ojos como oportunidad, para cambiar la forma en la que concibes la vida. Desde la cosmovisión humana, todo puede fallar, pero desde la de Dios, esa derrota momentánea se convertirá en un gran triunfo.
¡Es tiempo de emerger! Tu valentía y seguridad serán tu emblema. Recuerda que ¡Todo lo podemos en Cristo, porque él nos fortalece!
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FUENTE: LA GACETA CRISTIANA